¿Qué es el cáncer de vulva?

Las causas, los síntomas, el tratamiento y la prevención del cáncer de la vulva

El cáncer de vulva es un tipo raro de cáncer que afecta la vulva de las mujeres. No debe confundirse con la vagina , la vulva abarca los labios mayores y los labios menores, pliegues de la piel que protegen las aberturas vaginales y uretrales.

Existen varios tipos de cáncer de vulva, pero el carcinoma vulvar de células escamosas es el más común. Representa más del 90% de los casos diagnosticados.

El melanoma de la vulva es el segundo más común y representa alrededor del 5% de las mujeres con cáncer de vulva. Otros tipos incluyen la enfermedad de Paget de la vulva, el adenocarcinoma vulvar y el carcinoma basocelular, pero estos son mucho menos comunes.

Causas y factores de riesgo del cáncer de vulva

Aunque los investigadores aún no han identificado las causas exactas del cáncer vulvar, han identificado factores de riesgo conocidos para la enfermedad. Los factores de riesgo de cáncer de vulva incluyen:

Síntomas del cáncer de vulva

En las primeras etapas, el cáncer de vulva rara vez presenta síntomas. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas del cáncer vulvar incluyen:

Estos síntomas del cáncer vulvar no son exclusivos del cáncer vulvar y pueden estar relacionados con otra afección menos grave. Informar los síntomas temprano a su médico puede ayudar a la detección temprana.

Diagnóstico de cáncer de vulva

El primer paso para diagnosticar el cáncer de vulva es que su médico esté al tanto de cualquier síntoma que pueda experimentar. Los síntomas pueden ser lo que motive a las mujeres a ver a su médico, pero los signos de cáncer de vulva pueden detectarse mediante exámenes pélvicos de rutina, incluso si una mujer no presenta ningún síntoma notable.

Las mujeres también pueden controlar su salud vulvar realizando autoexámenes vulvares en el hogar. Hacer estos exámenes regularmente ayuda a una mujer a comprender su anatomía, aprender qué es lo normal para su vulva y, con el tiempo, posibles cambios anormales que podrían indicar una anormalidad.

Se necesita una biopsia para confirmar la presencia o ausencia de cáncer. Durante una biopsia vulvar, el médico extrae una pequeña muestra de tejido vulvar para enviarla a un laboratorio de patología para su cribado. Si una biopsia revela cáncer, la enfermedad luego se estadifica. La estadificación se refiere a cuánto se ha diseminado el cáncer a los tejidos u órganos cercanos. Otras pruebas utilizadas para diagnosticar el cáncer de vulva pueden incluir:

Tratamiento del cáncer de vulva

Los planes de tratamiento del cáncer de vulva dependen en gran medida de la etapa del cáncer y la salud general. Se usan tres métodos para tratar el cáncer vulvar: cirugía, quimioterapia y radioterapia.



Cirugía. La cirugía es el tipo más común de tratamiento del cáncer vulvar. Un tipo de cirugía, la escisión local, implica la extracción de tejido canceroso junto con un margen de tejido sano que lo rodea. Los ganglios linfáticos pueden ser removidos

Otro procedimiento quirúrgico, una vulvectomía, es otra opción para algunas mujeres. Una vulvectomía es la extirpación total o parcial de la vulva y está reservada para casos más avanzados de cáncer vulvar. Para las mujeres que se han sometido a cirugías de vulvectomía agresiva, la cirugía de reconstrucción vaginal puede estar disponible utilizando técnicas de cirugía plástica e injertos de piel. Quimioterapia. La quimioterapia puede ser una opción para algunas mujeres con cáncer de vulva.

A menudo se prescribe junto con radioterapia para aumentar la efectividad de la radioterapia o para ayudar a reducir un tumor grande antes de la cirugía. También se puede administrar como terapia adyuvante para prevenir la recurrencia.

Terapia de radiación. La radioterapia también es una opción para tratar el cáncer de vulva. Este tipo de tratamiento utiliza ciertos tipos de haces de radiación de alta energía para reducir el tamaño de los tumores o eliminar las células cancerosas. La radioterapia funciona al dañar el ADN de una célula cancerosa, lo que la hace incapaz de multiplicarse. Aunque la radioterapia puede dañar las células sanas cercanas, las células cancerosas son muy sensibles a la radiación y generalmente mueren cuando se tratan. Las células sanas que se dañan durante la radiación son resistentes y con frecuencia pueden recuperarse por completo.

Prevención del cáncer de vulva

Si bien no existen métodos de prevención garantizados para el cáncer de vulva, hay varias cosas que podemos hacer para reducir nuestro riesgo de desarrollar la enfermedad. Las formas de reducir nuestro riesgo incluyen:

Reduciendo su riesgo de VPH. Limitar su exposición al virus del papiloma humano (VPH) también puede disminuir el riesgo de cáncer vulvar. El VPH es un virus de transmisión sexual común que en algunos casos, cuando no se detecta o no se trata, puede progresar hasta convertirse en cáncer de cuello uterino. Su función en el desarrollo de muchos otros cánceres, incluido el cáncer de vulva, se está investigando.


Evita fumar. Dado que sabemos que el consumo de tabaco está relacionado con algunos tipos de cáncer ginecológico, evitar fumar es una buena estrategia de reducción de riesgos. Dejar de fumar puede reducir el riesgo no solo de cáncer ginecológico, como el cáncer de vulva, sino también muchos otros tipos de enfermedades y afecciones.


Obtener exámenes pélvicos regulares. Tener un examen pélvico regular es extremadamente importante, incluso si no tiene ningún síntoma. Un examen pélvico le permite a su médico buscar anormalidades que pueden requerir una evaluación adicional.

Si tiene síntomas, informe a su médico de inmediato. No espere hasta su próximo examen pélvico para hacerlo. Una afección vulvar precancerosa llamada neoplasia intraepitelial vulvar (VIN) puede detectarse y tratarse antes de progresar a cáncer vulvar, pero solo si es examinada por un médico.