Las deficiencias de vitaminas y minerales tienden a ser un problema real para las personas con enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Varios factores contribuyen a estas deficiencias de vitaminas y minerales, incluida la inflamación, la dieta y el tratamiento de la EII . En muchos casos, las vitaminas pueden obtenerse a través de alimentos o a través de suplementos. Un gastroenterólogo es la mejor fuente de información sobre qué vitaminas y minerales necesitan ser suplementados en personas con enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.
Por qué las personas con IBD carecen de vitaminas y minerales
Algunas de las principales razones por las que las personas con EII pueden necesitar más vitaminas y minerales son:
- Inflamación. La inflamación en el intestino delgado y / o grueso que es común en la EII puede inhibir la absorción de vitaminas y minerales de los alimentos. El uso de vitaminas y minerales por el cuerpo es complejo, con muchos nutrientes que requieren la presencia de otras vitaminas para facilitar su absorción y uso por parte del cuerpo. Si el cuerpo no está recibiendo ni siquiera una vitamina que necesita, el resultado final podría ser una reacción en cadena que afecta a muchas otras vitaminas y minerales.
- Dieta. Muchas personas con EII a menudo tienen dietas restringidas, ya sea porque ciertos alimentos tienden a empeorar los síntomas, se están recuperando de una cirugía o un brote, o las náuseas y los vómitos hacen que sea difícil seguir una dieta equilibrada. Una dieta restringida puede limitar las vitaminas y minerales disponibles para el cuerpo y contribuir a las deficiencias.
- Tratos. El último factor es el resultado de programas de tratamiento que a menudo incluyen varios tipos diferentes de medicamentos. Ciertos medicamentos pueden inhibir la absorción de nutrientes o hacer que se pierdan del cuerpo.
Calcio
Las personas con EII pueden carecer de calcio porque no absorben lo suficiente de los alimentos y porque las drogas como la prednisona pueden evitar que sus cuerpos absorban calcio.
El calcio es importante para la formación de hueso, y una deficiencia podría provocar osteoporosis.
Hierro
La falta de hierro puede ocurrir en personas con EII por malabsorción y hemorragia crónica en el tracto intestinal. El hierro es una parte importante de la hemoglobina, y la hemoglobina es la parte de la sangre que suministra oxígeno al cuerpo. Demasiado poco hierro en el cuerpo podría llevar a la anemia por deficiencia de hierro .
Vitamina A
Una deficiencia de vitamina A no es común, pero puede ocurrir en personas con EII, especialmente aquellas con enfermedad de Crohn, que no absorben suficiente vitamina A en el intestino delgado. La vitamina A ayuda al cuerpo a combatir las infecciones y es importante para una buena visión y para muchas otras funciones corporales. Los suplementos de vitamina A pueden ser tóxicos, por lo que es importante consultar con un médico antes de tomar un suplemento de vitamina A.
Vitamina D
La vitamina D se encuentra en algunos alimentos, pero también es sintetizada por el cuerpo cuando la piel está expuesta a la luz solar. Las personas con EII pueden carecer de vitamina D debido a su mala absorción, por no recibir suficiente exposición a la luz solar, y por no tener suficiente calcio (que el cuerpo necesita para usar la vitamina D de manera efectiva). La falta de vitamina D puede contribuir a la pérdida de densidad ósea.
Vitamina K
Las personas con EII pueden ser deficientes en esta vitamina debido al uso de antibióticos, que disminuye la absorción.
Además, es posible que no reciban suficiente vitamina K de los alimentos porque la vitamina K se encuentra en los vegetales de hojas verdes, que algunos con EII pueden evitar comer. Una deficiencia de vitamina K, cuando se combina con la falta de vitamina D, podría contribuir a la pérdida ósea.
Zinc
El zinc se pierde en las heces y las deficiencias pueden ocurrir en personas con EII que experimentan diarrea crónica. Una deficiencia de zinc es poco frecuente, pero puede provocar una constelación de síntomas como debilidad, curación lenta y disminución del sentido del oído, del gusto y de la vista.