Los beneficios del ejercicio durante el tratamiento del cáncer están bien documentados. La actividad física regular puede ayudarlo a vencer el blues del tratamiento y controlar ciertos efectos secundarios como la fatiga y el dolor . Sin embargo, los pacientes con cáncer de la sangre y de la médula ósea como la leucemia, el linfoma y el mieloma pueden tener preocupaciones únicas cuando se trata de un ejercicio seguro y saludable. Aquí hay algunas cosas para que piense antes de comenzar o mantener su programa de ejercicios.
Considere sus conteos de células sanguíneas cuando planea ejercicio
Los cánceres de sangre y médula ósea, así como sus tratamientos, pueden causar una disminución en la cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas sanos que usted tiene en la circulación. Estos recuentos de células reducidos pueden hacer que su régimen de ejercicio sea riesgoso o incluso inseguro.
- Glóbulos blancos bajos (neutropenia): cuando los recuentos de glóbulos blancos son bajos, tiene una capacidad disminuida para combatir las infecciones. En este momento, debe evitar las aglomeraciones y mantener su rutina de ejercicios más cerca de casa. Los gimnasios, las piscinas y los vestuarios aumentan el riesgo de estar expuesto a un virus o bacteria que puede enfermarlo. Si tiene fiebre, no se presione para hacer ejercicio. Tómese un tiempo libre para ayudar a su cuerpo a sanar y recuperarse.
- Glóbulos rojos bajos (anemia): los glóbulos rojos transportan oxígeno a sus órganos y tejidos. Cuando son bajos, es posible que no puedan mantenerse al día con la mayor demanda ejercida sobre su cuerpo durante el ejercicio. Puede notar que se cansa mucho más fácilmente y puede tener dificultad para recuperar el aliento cuando se esfuerza. Durante los momentos en que tiene recuentos bajos de glóbulos rojos, debe retroceder en la intensidad de sus entrenamientos, o evitarlos por completo, dependiendo del consejo de su médico.
- Bajos recuentos de plaquetas (trombocitopenia): las plaquetas son responsables de formar coágulos en su cuerpo. Cuando disminuyen sus números , corre más riesgo de sangrado y moretones. Por esta razón, debe evitar las actividades en las que puede estar en alto riesgo de caídas o lesiones. Puedes elegir usar bandas de resistencia en lugar de pesados que puedas soltar. También debe mantenerse alejado de los deportes de contacto durante este tiempo.
La seguridad es lo primero con ejercicio durante el tratamiento contra el cáncer
Además del conteo de células, los pacientes con cáncer de sangre y de médula ósea tienen algunos puntos de seguridad que deben tenerse en cuenta:
- Si tiene un catéter venoso central (CVC) , deberá asegurarse de que esté bien asegurado antes de las actividades de ejercicio. El CVC con túnel puede colocarse en un sujetador deportivo, o pegarse con cinta adhesiva o sujetarse a su cuerpo. Los CVC periféricos (líneas PICC) se deben pegar con cinta adhesiva o envolver de forma segura para evitar que se desprendan. Pregunte a su equipo de atención médica sobre las limitaciones de actividad para su brazo PICC.
- Los pacientes con CVC y aquellos que han recibido radioterapia también deben evitar nadar y jacuzzis para prevenir la infección.
- Los pacientes con mieloma tienen un mayor riesgo de fracturas y daños en los huesos. Debe evitar las actividades de alto riesgo y aquellas con contacto corporal.
- Haga ejercicio con un compañero, tanto para motivarlo como para mantenerlo a salvo.
- Siempre consulte con su profesional de la salud antes de comenzar cualquier programa de ejercicios.
Haga ejercicio emergencias para estar consciente de
Mantenga a su equipo de atención médica al tanto de sus actividades de ejercicio y sea monitoreado regularmente (conserve sus citas) para asegurarse de que no se está poniendo en riesgo con su programa. Sin embargo, hay veces en que no puede esperar la próxima cita y debe buscar atención médica más urgente.
Obtenga ayuda inmediata si desarrolla:
- Dolor en el pecho o palpitaciones
- Cambios a su visión
- Mareo
- Confusión
- Dolor de pierna
- Repentina falta de aliento
- Dolor inusual en sus huesos o articulaciones
- Náuseas y vómitos repentinos
- Desmayos
- Moretones inusuales
Fuentes:
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