Equilibrio y curación de su sistema inmune

La función de su sistema inmune es protegerlo contra bacterias, patógenos, microorganismos, células cancerosas y otras cosas que pueden ser un peligro para su salud. Las enfermedades autoinmunes son evidencia de que el sistema inmune no está funcionando adecuadamente, y que en lugar de enfocarse en los objetivos apropiados, está atacando sus propios órganos, tejidos, glándulas y células.

Para aquellos con enfermedades autoinmunes, que incluyen dos afecciones comunes de la tiroides: la tiroiditis de Hashimoto y la enfermedad de Graves , existen algunas formas importantes en que puede ayudar a mantener y equilibrar su sistema inmunitario.

Mejorando su sistema inmune

Cuando tiene una enfermedad autoinmune, como la enfermedad de Hashimoto o Graves, puede preguntarse si realmente es una buena idea tratar de "estimular" el sistema inmunitario. Después de todo, una enfermedad autoinmune aparentemente representa una respuesta excesiva del sistema inmune a sus propios órganos y células, entonces, ¿por qué querría darle al sistema inmunológico, incluso más, municiones?

Algunas personas erróneamente creen que un sistema inmune saludable entra en "sobremarcha" con la enfermedad autoinmune, llegando a ser demasiado entusiasta. Esto es incorrecto. El sistema inmune es realmente disfuncional en la enfermedad autoinmune.

Cuando tiene una enfermedad autoinmune, puede descubrir que es más susceptible a las infecciones, contrae los resfriados y la gripe más fácilmente y tarda más en recuperarse.

Todos estos son signos de que el sistema inmunitario no está funcionando de manera óptima.

Por lo tanto, es importante hacer todo lo posible para ayudar a que su sistema inmunológico funcione lo mejor posible.

En última instancia, el apoyo inmunológico debe realizarse bajo la guía de un buen médico holístico o naturópata , que puede ayudarlo a identificar sus deficiencias únicas y diseñar un programa personalizado que mejore el sistema inmune.

Pero, aquí hay algunas pautas generales para familiarizarte con la idea del equilibrio inmune.

1. Tome suplementos antioxidantes

Es posible que desee un buen suplemento vitamínico antioxidante en general. También debe asegurarse de que su mezcla de antioxidantes incluya betacaroteno, vitamina E, selenio y vitamina C.

2. Considere suplementos de mejora inmunológica

Hay una variedad de potenciadores inmunológicos disponibles, y algunos de los suplementos recomendados más conocidos incluyen:

Algunos productos menos conocidos y menos estudiados que también son populares entre algunos médicos y pacientes para mejorar el sistema inmunológico incluyen:

3. Mejora tu nutrición y tu dieta

Siga una dieta inmune al medio ambiente. Algunas pautas:

4. Haz suficiente ejercicio

El ejercicio apropiado es en realidad un potenciador inmune. Crea sustancias químicas que mejoran el sistema inmune y aumenta el oxígeno, lo que ayuda a combatir los antígenos de manera más efectiva. No exagere hasta el punto de estar agotado, pero incorpore el ejercicio regular en su programa diario.

5. Práctica de relajación y reducción del estrés

Las técnicas de relajación son potenciadores inmunológicos. Una actitud mental positiva hace una gran diferencia en cómo el cuerpo combate las enfermedades. La visualización creativa establece creencia y optimismo. Biofeedback o terapia de masaje para reducir el estrés.

6. Duerma lo suficiente

El sueño es realmente una base básica de inmunidad. Dos personas pueden seguir el mismo programa exacto, pero si uno no duerme lo suficiente, y para la mayoría de los estadounidenses, eso significa menos de ocho horas por noche, tendrán inmunidad reducida contra la enfermedad.

7. Incorporar la Espiritualidad de la Mente / Cuerpo en su Bienestar

Ya sea que se trate de religión organizada, oración, meditación o enfoques mente-cuerpo como el yoga o el tai chi, su mente y su espíritu están en comunicación con su sistema inmunológico. Tener un sentido espiritual redondeado y una visión positiva de la vida puede mejorar la inmunidad.

Nota: asegúrese de consultar a su propio médico con respecto a la aplicabilidad de cualquier opinión o recomendación con respecto a sus síntomas o condición médica.