Factores que pueden o no afectar su elegibilidad
La cirugía de reemplazo articular es un tratamiento común para la osteoartritis grave. El reemplazo de cadera y el reemplazo de rodilla son los más frecuentes en estas cirugías y se realizan con mayor frecuencia en personas de entre 55 y 80 años.
Durante mucho tiempo ha habido una presunción popular de que la edad avanzada excluye automáticamente a las personas mayores de 80 años de la cirugía de reemplazo articular debido a todo, desde complicaciones de la anestesia hasta la fragilidad de los huesos más viejos.
Pero, ¿es esto cierto o hay edades en las que no se recomienda el reemplazo de una articulación?
Factores Considerados por los Cirujanos
Como regla general, la edad sola nunca es una contradicción para ninguna cirugía, incluido un reemplazo de articulaciones. Los médicos están mucho más interesados en la salud general de un individuo que en la edad cronológica. Debido a esto, una persona más joven puede ser considerada no apta para ciertas operaciones, mientras que una persona mayor puede realizar la evaluación sin problemas.
Al realizar una evaluación de elegibilidad, un cirujano ortopédico se centrará en tres cosas clave:
- Su estado de salud actual es el criterio principal para la inclusión. Esto no solo implica un examen físico, análisis de sangre y escaneos de imágenes, sino una revisión de su historial médico y de cualquier condición de salud aguda o crónica que pueda tener.
- También será necesario evaluar su fortaleza física para garantizar que pueda someterse al proceso de rehabilitación. Para hacer esto, el médico tendrá que ver si el paciente tiene fuerzas para elevarse a sí mismo, usar un andador u otro dispositivo de movilidad, y participar plenamente en terapia física ,
- También se evaluará su función cognitiva para garantizar que tenga la capacidad de ver el proceso y evitar cualquier daño para usted y su implante. Esto es especialmente importante para la cirugía de reemplazo de cadera, donde se requieren precauciones especiales para proteger la cadera.
Factores que pueden excluirte
Si bien la edad por sí sola no lo excluirá de la cirugía, otros factores, incluidos algunos factores relacionados con el envejecimiento, pueden ocurrir.
Entre algunas de las banderas rojas más comunes que los cirujanos están atentos:
- La osteoporosis grave puede hacer que sea imposible realizar la cirugía porque los huesos pueden ser demasiado frágiles para soportar la nueva prótesis articular. Si bien la osteoporosis leve a moderada no es una contraindicación, puede afectar la forma en que un cirujano realiza la cirugía.
- Una infección existente también puede excluirlo de la cirugía, al menos hasta que la infección esté completamente curada.
- Los cigarrillos no lo excluirán abiertamente, pero pueden tener en cuenta si se encuentra en el límite de elegibilidad. Las investigaciones sugieren, entre otras cosas, que los fumadores tienen 10 veces más probabilidades de necesitar una cirugía de revisión que los que no fuman.
- La obesidad tampoco es una contraindicación directa, pero puede influir en su evaluación. Si su peso hace que sea imposible que se levante, por ejemplo, es posible que no tenga los medios para participar adecuadamente en terapia física.
- El alcoholismo, el abuso de sustancias o las enfermedades mentales también pueden hacer que sea difícil para un cirujano cerrar la sesión, a menos que haya algún tipo de tratamiento establecido para garantizar que se adherirá a la rehabilitación y evitará caídas.
Por extraño que parezca, el único factor relacionado con el envejecimiento que puede hacerte inelegible es la menor edad . Debido a que las prótesis articulares tienen una vida útil limitada, los médicos a menudo retrasarán la cirugía para las personas más jóvenes durante el mayor tiempo posible para garantizar que la articulación pueda mantenerse durante el resto de la vida de esa persona.
Cosas que necesitas considerar
Si es mayor y cree que necesita un reemplazo de articulación, tómese el tiempo para considerar si este es el momento adecuado y si está dispuesto a comprometerse por completo con su rehabilitación postoperatoria. Comience haciéndose algunas preguntas simples:
- ¿Su dolor afecta gravemente su calidad de vida y le impide realizar tareas cotidianas como ir de compras, conducir o limpiar la casa?
- ¿El dolor le impide dormir lo suficiente por la noche o interfiere con su capacidad para caminar, pararse, sentarse o navegar por las escaleras?
- Si fuma , ¿está dispuesto a dejar de fumar para mejorar su rehabilitación?
- ¿Está dispuesto a buscar tratamiento si es alcohólico o tiene un problema de abuso de sustancias (incluido el abuso de medicamentos recetados)?
- ¿Está dispuesto a hacer ejercicio y perder peso, si es necesario, para garantizar mejor su recuperación?
- ¿Tiene alguien que pueda ayudarlo durante la rehabilitación o los medios para acceder a los servicios de cuidado de salud en el hogar de ancianos o en el hogar de ancianos necesarios?
Si responde "no" a alguna de estas preguntas, hable con su médico y tenga un análisis de corazón acerca de si un reemplazo de articulación es la opción correcta o si existen otras vías de tratamiento que pueda explorar.
> Fuentes:
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