¿Qué es la reflexología?

La reflexología es una forma de trabajo corporal que implica aplicar presión sobre las manos y los pies para producir cambios en el dolor y otros beneficios en otras partes del cuerpo.

¿Cómo funciona la reflexología?

La teoría subyacente detrás de la reflexología es que hay ciertos puntos o "áreas reflejas" en los pies y las manos que están conectados enérgicamente a órganos y partes del cuerpo específicos a través de los canales de energía en el cuerpo.

Al aplicar presión a las áreas reflejas, se dice que un reflexólogo elimina los bloqueos energéticos y promueve la salud en el área corporal relacionada.

Aquí hay algunos ejemplos de áreas reflejas y sus correspondientes partes del cuerpo:

Aunque las raíces de la reflexología se remontan al antiguo Egipto y China, William H. Fitzgerald, un médico de oídos, nariz y garganta, introdujo este concepto de "terapia de zona" en 1915. La fisioterapeuta estadounidense Eunice Ingram desarrolló aún más la teoría de zonas en la década de 1930 en lo que se conoce como reflexología moderna.

Según los reflexólogos, la presión sobre los puntos reflejos también ayuda a equilibrar el sistema nervioso y estimula la liberación de endorfinas que ayudan a reducir el dolor y el estrés.

¿Por qué la gente recibe reflexología?

La reflexología también se usa para la atención postoperatoria o paliativa. Una revisión de 2015 publicada en Integrative Cancer Therapies encontró que el masaje fue efectivo para aliviar el dolor del cáncer, especialmente para el dolor relacionado con la cirugía.

De los diversos tipos de masajes, la reflexología podal parecía ser más efectiva que el masaje corporal y el masaje de aromaterapia.

¿Cómo es una sesión típica?

Un tratamiento típico dura de 30 a 60 minutos y comienza con un formulario de historial de salud y consultas sobre su salud y estilo de vida. El reflexólogo usará la información para personalizar la terapia.

A continuación, se le puede pedir que se quite los zapatos y los calcetines y que se siente cómodamente en una silla reclinable o en una mesa de masaje.

El reflexólogo evaluará los pies y estimulará varios puntos para identificar áreas de sensibilidad o tensión. Se pueden usar movimientos rápidos y masajes para calentar las manos y los pies. La presión del dedo o el pulgar se aplica al pie mediante técnicas de reflexología.

Se puede usar loción o aceite, y el reflexólogo también puede usar instrumentos como pelotas, cepillos y clavijas.

Actualmente no existe regulación de la reflexología en los Estados Unidos. Su proveedor de atención médica puede recomendarle un terapeuta. Es posible que desee elegir un terapeuta que haya sido certificado por la Junta de Certificación Americana de Reflexología y que tenga al menos 200 horas de educación en una institución reconocida.

Reflexología vs. un masaje de pies

Si bien un masaje de pies puede parecer lo mismo que un tratamiento de reflexología, un reflexólogo trabajará en áreas para promover una respuesta de curación en los órganos correspondientes.

Un masajista que da un masaje en los pies manipulará los músculos y otros tejidos blandos para mejorar la circulación, aliviar el dolor y sanar las lesiones en el área o para inducir una relajación general.

¿Cómo se siente la reflexología?

La mayoría de las personas considera que la reflexología, en su mayor parte, es muy relajante.

La reflexología no debería ser dolorosa. Si siente incomodidad, asegúrese de decirle al reflexólogo. Él o ella debería trabajar dentro de su zona de confort.

Algunas áreas pueden estar sensibles o doloridas, y el reflexólogo puede dedicar más tiempo a estos puntos. El dolor debe disminuir con la presión.

Si tienes cosquillas, no te preocupes.

El reflexólogo aplica una presión firme en los pies.

¿Cómo me sentiré después?

La mayoría de las personas se sienten tranquilas y relajadas después de una sesión de reflexología. Ocasionalmente, algunas personas sienten náuseas, somnolencia y cambios de humor.

Posibles efectos secundarios y seguridad

Asegúrese de darle al reflexólogo un historial de salud completo y preciso. Siempre es una buena idea consultar a su proveedor de atención primaria antes de intentar cualquier cosa nueva, incluida la reflexología.

Si tiene úlceras en el pie, lesiones recientes, heridas en el pie o en el tobillo, gota o una condición cardiovascular, la reflexología puede no ser apropiada o segura. La reflexología también puede no ser adecuada para personas con diabetes, osteoartritis (que afecta el tobillo o el pie), problemas circulatorios, infecciones activas, cálculos biliares, cálculos renales o ciertos tipos de cáncer.

Las mujeres embarazadas deben evitar la reflexología.

The Takeaway

Aunque la reflexología no debe usarse como un tratamiento único para ninguna condición, puede ser una terapia relajante para sus pies con beneficios para todo el cuerpo. Solo asegúrese de encontrar un reflexólogo capacitado y verifique con su proveedor de atención médica si es adecuado para usted.

Descargo de responsabilidad: la información contenida en este sitio tiene fines educativos únicamente y no sustituye el asesoramiento, el diagnóstico o el tratamiento de un médico autorizado. No está destinado a cubrir todas las precauciones posibles, las interacciones medicamentosas, las circunstancias o los efectos adversos. Debe buscar atención médica inmediata ante cualquier problema de salud y consultar a su médico antes de usar un medicamento alternativo o hacer un cambio en su régimen.