Cómo afecta la mielofibrosis a sus células sanguíneas

La mielofibrosis es una afección en la que se forman cicatrices (fibrosis) en la médula ósea. Esta cicatrización dificulta que la médula ósea produzca células sanguíneas de manera normal.

Síntomas

La mielofibrosis puede no causar síntomas. Sin embargo, puede ser recogido en el análisis de sangre de rutina realizado por su médico. Otros síntomas están relacionados con la disminución de los glóbulos rojos ( anemia ) y las plaquetas ( trombocitopenia ), como:

Quién está en riesgo

La mielofibrosis generalmente ocurre en personas mayores de 50 años. Puede ocurrir en niños pero es extremadamente rara. Los pacientes con policitemia vera o trombocitemia esencial pueden desarrollar mielofibrosis.

¿Por qué se extiende tu bazo?

El bazo es un órgano hematopoyético, lo que significa que tiene el potencial de producir células sanguíneas. En la mielofibrosis, donde la médula ósea tiene dificultades para producir células sanguíneas, el bazo se agranda para tratar de mejorar la producción.

Causas

La mielofibrosis primaria es una forma rara de cáncer de sangre (parte de las neoplasias mieloproliferativas crónicas). Esto es causado por una mutación genética. En este momento, no estamos seguros de qué causa la mutación.

La mielofibrosis puede ser causada por otras afecciones y se denomina mielofibrosis secundaria.

Éstas incluyen:

Diagnóstico

Inicialmente, la disminución de los recuentos sanguíneos se identifican en un conteo sanguíneo completo . Generalmente, anemia y / o trombocitopenia están presentes. El daño a las células sanguíneas a menudo se puede identificar en un frotis de sangre periférica, un portaobjetos de microscopio de una gota de sangre. Los glóbulos rojos a menudo se describen como una lágrima.

El diagnóstico final requiere una biopsia de médula ósea, un procedimiento en el que se extrae una pequeña porción de médula ósea. Con tinción especial, se pueden identificar los filamentos fibrosos en la médula ósea.

Durante el examen de diagnóstico, su médico intentará determinar qué causa la mielofibrosis. Incluido en este trabajo habrá pruebas genéticas para mutaciones específicas llamadas JAK2, MPL y CALR.

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa primaria. El tratamiento de la mielofibrosis primaria está determinado por el riesgo de progresión de la enfermedad y la supervivencia general.

El tratamiento para la mielofibrosis secundaria se dirige a la causa subyacente. Por lo tanto, si la mielofibrosis es causada por un cáncer, como la leucemia mieloide aguda (AML, por sus siglas en inglés), se trata con quimioterapia. Si la mielofibrosis es secundaria a un trastorno autoinmune, el tratamiento de ese trastorno puede mejorar los conteos sanguíneos.

Cualquiera que sea el tratamiento, su equipo médico lo guiará a través de todos los pasos que debe seguir para controlar su salud. No dude en compartir sus pensamientos, preguntas y sentimientos con ellos.