Las capas individuales de la piel y sus funciones

Detalles sobre el órgano más grande del cuerpo

La piel es el órgano más grande, y es uno de los más complicados. Es siempre cambiante y contiene muchas células y estructuras especializadas. La función principal de la piel es servir como una barrera protectora que interactúa con un entorno a veces hostil. También ayuda a regular la temperatura corporal, reúne información sensorial del entorno y desempeña un papel activo en el sistema inmunitario para proteger al cuerpo de las enfermedades.

Aprender cómo funciona la piel comienza con una comprensión de la estructura de las tres capas de la piel: la epidermis, la dermis y el tejido subcutáneo.

La epidermis

La epidermis es la capa más externa de las tres capas de la piel. Su grosor depende de dónde se encuentra en el cuerpo. Por ejemplo, es más delgado en los párpados (medio milímetro). Es más grueso en las palmas de las manos y las plantas de los pies (1,5 milímetros).

Hay cinco capas de la epidermis:

La epidermis contiene tres células especializadas:

La dermis

La dermis es la capa media de las tres capas de la piel. Se encuentra entre la epidermis y el tejido subcutáneo. Contiene tejido conectivo, capilares sanguíneos, glándulas sebáceas y sudoríparas, terminaciones nerviosas y folículos pilosos. La dermis se divide en dos partes: la dermis papilar, que es la capa delgada y superior, y la dermis reticular, que es la capa gruesa y más baja. El grosor de la dermis varía según su ubicación en el cuerpo. En los párpados, tiene 0.6 milímetros de grosor. En la parte posterior, las palmas de las manos y las plantas de los pies, mide 3 milímetros de grosor.

La dermis es el hogar de tres tipos diferentes de tejidos que están presentes en todo:

La dermis contiene varias células y estructuras especializadas, que incluyen:

El tejido subcutáneo

El tejido subcutáneo es la capa más profunda e interna de las tres capas de la piel. Está compuesto principalmente de grasa, tejido conectivo y vasos sanguíneos y nervios más grandes.

El grosor de esta capa varía según dónde se encuentre en el cuerpo; por ejemplo, es más gruesa en las nalgas, las plantas de los pies y las palmas de las manos.

El tejido subcutáneo es un componente vital de la regulación de la temperatura corporal. También actúa como un cojín, por lo que si alguna vez se cae o golpea algo con su cuerpo, protege su interior y hace que la lesión duela menos.

> Fuente:

> Kumar V, Abbas AK, Aster JC. Robbins and Cotran Pathologic Basis of Disease . Filadelfia: Elsevier Saunders; 2015.