Antes de saltar al verano con fibrosis quística

Si está ansioso por salir y disfrutar de un poco de diversión de verano bajo el sol, ¡no permita que la fibrosis quística lo detenga! Con un poco de preparación previa, no hay ninguna razón por la que no pueda participar en muchas de las actividades de verano que disfruta. Siga estas pautas para asegurarse de estar a salvo mientras da el salto a un verano lleno de diversión.

Consulte a su médico

El ejercicio es una parte importante del tratamiento de la fibrosis quística e indudablemente se incluirá en su plan de tratamiento.

Sin embargo, no debe participar en ninguna actividad que no haya discutido con su médico primero. Sus especialistas en fibrosis quística están familiarizados con los detalles únicos de su condición física y están mejor preparados para recomendar las actividades adecuadas para usted. Asegúrate de dejarlos entrar en tus planes de verano.

Mantente hidratado

Las altas temperaturas pueden causar deshidratación muy rápidamente, especialmente cuando se combina con actividad física. Para las personas con fibrosis quística, la deshidratación es especialmente peligrosa porque la pérdida de agua aumenta el grosor de la mucosa.

Evite la deshidratación bebiendo muchos líquidos antes de tener sed. Una buena regla es beber de 6 a 12 onzas de agua u otras bebidas sin cafeína por cada 30 minutos de ejercicio o al sol.

Reemplazar sal y calorías

El calor y la actividad física harán que quemes calorías extra y pierdas la sal a través del sudor. Consulte con su nutricionista de FQ, pero probablemente necesite comer alimentos para reemplazar lo que pierde.

Si su nutricionista está de acuerdo, asegúrese de empacar suficientes bocadillos salados, como:

Tómalo suave

Antes de salir este verano, verifique con su farmacéutico para obtener instrucciones de almacenamiento para sus medicamentos. Algunos medicamentos comunes para la fibrosis quística deben ser refrigerados, otros deben almacenarse a temperatura ambiente.

Nunca deje sus medicamentos en el automóvil y manténgalos alejados de la luz solar directa.

Evite los alérgenos y contaminantes

Asegúrate de saber qué hay en el aire que respirarás. Evite las áreas que se sabe que tienen altos niveles de smog o contaminación porque estas cosas contienen irritantes químicos que pueden desencadenar problemas respiratorios. La Agencia de Protección Ambiental mantiene una base de datos de búsqueda de información sobre la calidad del aire que es una gran herramienta para verificar las áreas que planea visitar.

También es una buena idea estar al tanto de cualquier alergia ambiental que pueda tener y evitar áreas que puedan contenerlas. Si no puede evitar los alergenos, le recomendamos que consulte a su médico si un antihistamínico es adecuado para usted.

Mantenga a mano medicamentos y suministros

Si viaja en avión, asegúrese de guardar sus medicamentos y los suministros necesarios en su bolsa de mano. Las aerolíneas pierden equipaje a veces, y las bolsas perdidas pueden tardar días o semanas en recuperarse. Nunca empaquete nada en su equipaje de facturación con el que no pueda vivir sin ese período de tiempo.

Algunas cosas que querrás tener contigo:

Aférrese a su rutina

Es fácil desviarse del camino cuando está lejos de casa, pero es importante mantenerse lo más cerca posible de su rutina diaria habitual.

Continúe tomando sus medicamentos a las horas prescritas y planifique sus actividades en torno a los tratamientos respiratorios. Detenerse para recibir fisioterapia en el pecho puede ser un inconveniente, pero omitirlo podría ocasionar complicaciones que pondrían fin a su viaje por completo.

Fuente:

Consejos de verano para CF Care. Fundación Canadiense de Fibrosis Quística.