¿Qué es el carcinoma lobular in situ (CLIS) y cómo se trata?

Carcinoma lobular in situ (LCIS) se refiere a la presencia de células anormales que están confinadas dentro de los lóbulos de sus senos. El CLIS, aunque no es un cáncer, se considera un indicador de un mayor riesgo, en el futuro, de desarrollar cáncer invasivo, de cualquier tipo, en cualquiera de los senos.

Si le han dicho que tiene carcinoma lobular in situ (CLIS), no tiene cáncer de mama lobulillar invasivo.

Estos son dos diagnósticos muy diferentes.

La mayoría de las mujeres diagnosticadas con LCIS no han pasado por la menopausia. No es raro que se involucren múltiples lóbulos. En aproximadamente un tercio de los casos diagnosticados, se encuentran áreas de carcinoma lobular in situ en ambos senos.

Riesgo de otro cáncer

Se estima que del 20 al 40 por ciento de las mujeres con CLIS pueden ser diagnosticadas con un cáncer de mama invasivo separado que crecerá fuera de su sitio original en los próximos 15 años. Cuando esto sucede, estos nuevos cánceres tienden a comenzar en los conductos de la leche y no en los lóbulos.

Es raro tener cualquier síntoma con LCIS. Muchas veces, ni siquiera se encuentra en mamografías de rutina. Debido a que el LCIS no causa bultos que se puedan ver o sentir, con frecuencia se diagnostica durante una biopsia y se realiza por otra afección. Si una biopsia encuentra evidencia de LCIS, tenga en cuenta que esta afección puede parecer similar a un cáncer de mama llamado carcinoma ductal in situ.

Debido a esto, es posible que desee solicitar una segunda opinión para confirmar su diagnóstico. La mayoría de los proveedores de seguros cubren el costo de una segunda opinión.

Dado que el carcinoma lobular in situ no se considera un verdadero cáncer o incluso un precáncer, es posible que su médico no recomiende comenzar un tratamiento activo.

Sin embargo, dado que el LCIS puede aumentar su riesgo de desarrollar un cáncer invasivo en el futuro, él o ella pueden recomendar encarecidamente que se cumpla estrechamente con su condición.

Si se le diagnostica CLIS y tiene un historial de cáncer de seno en su familia, lo que lo pone en un mayor riesgo, su médico puede sugerirle que considere tomar medicamentos para reducir su riesgo de desarrollar un cáncer de mama invasivo.

Se pueden recomendar medicamentos como anastrozol (Arimidex), exemestano (Aromasin), raloxifeno (Evista) o tamoxifeno (Nolvadex). Con la excepción del tamoxifeno, los otros medicamentos solo son adecuados para mujeres posmenopáusicas.

¿Cómo se trata el carcinoma lobular in situ?

Si bien es posible que el LCIS no requiera un tratamiento inmediato con cirugía o medicamentos diseñados para reducir la posibilidad de desarrollar un cáncer de mama invasivo, lo más probable es que su médico quiera comenzar a vigilarlo. Se lo alentará a que se haga autoexámenes de los senos regularmente, haga visitas de seguimiento a la consulta, se haga una mamografía cada 6 o 12 meses y, si está indicado, realice otras pruebas de detección.

Ambos senos deben seguirse, ya que las mujeres que tienen LCIS en un seno tienen el mismo riesgo que las mujeres con ambos senos. Tienen el mismo mayor riesgo de contraer cáncer en cualquiera de los senos.

Todas las mujeres con CLIS necesitan hablar con sus médicos sobre sus otros factores de riesgo de cáncer de seno y discutir si la obtención de una Resonancia Magnética (IRM) además de una mamografía sería de beneficio adicional.

Las mujeres con mayor riesgo de desarrollar un cáncer de mama invasivo pueden optar por someterse a una cirugía preventiva llamada mastectomía simple bilateral. Dado que el LCIS conlleva un mayor riesgo de cáncer de mama en ambos senos, ambos se eliminan para disminuir el riesgo.

Si bien esta cirugía extirpa ambos senos, no elimina los ganglios linfáticos axilares. Las mujeres que eligen someterse a esta cirugía tienen la opción de la reconstrucción.

Al igual que con todos los temas relacionados con la salud de los senos, es importante que conozca sus antecedentes familiares, lo cual no siempre es una tarea fácil. Muchas familias no saben o prefieren no hablar sobre enfermedades y condiciones de sus familiares.

El solo hecho de saber quién tuvo cáncer de seno por parte de su madre y por parte del padre de la familia es información que se puede compartir con su ginecólogo o médico de familia durante su examen anual. Si su médico considera que sus antecedentes familiares indican posibles factores de riesgo de cáncer de seno, puede sugerir exámenes que puedan detectar un cáncer de seno o una afección como el LCIS.

Fuentes: Sociedad Americana del Cáncer, Instituto Nacional del Cáncer, Clínica Mayo