Comer bien cuando tienes una enfermedad inflamatoria del intestino (EII) puede ser un verdadero desafío. Para algunas personas con EII, es obvio si un alimento está contribuyendo a la incomodidad de la enfermedad, pero para otros es más difícil de decir. Para complicar más las cosas, un alimento que está bien hoy puede causar problemas mañana.
No hay una dieta única recomendada para cada persona con EII.
Hay momentos en que los médicos pueden recomendar ciertas dietas médicas, incluida una dieta restringida en fibra , una dieta líquida clara o una dieta líquida completa. Estas dietas pueden usarse antes o después de una prueba o cirugía, o durante un brote de la enfermedad. En algunos casos, se puede prescribir una dieta durante un período de tiempo más prolongado, pero ninguno de ellos suele recomendarse para su uso a largo plazo. Esto se debe a que uno de los objetivos del tratamiento de la EII es volver a una dieta lo más regular posible para evitar la desnutrición.
Pautas para formar un plan de dieta
Sin embargo, muchos pacientes informan que los consejos sobre la dieta son difíciles de obtener, especialmente cuando la EII está en remisión. ¿Está bien comer algo, o debería haber restricciones? En última instancia, se trata de una conversación con su equipo médico, pero en muchos casos, la dieta va a ser el resultado de la prueba y error. Depende de usted determinar qué funciona mejor, aunque su equipo médico puede ayudarlo a descubrir cómo obtener las vitaminas y minerales que necesita.
Hay algunas pautas que pueden ayudar a darle forma a su plan de dieta:
- Los alimentos con alto contenido de fibra pueden ser difíciles de digerir.
- Los alimentos fritos o los alimentos con alto contenido de grasa pueden contribuir a la diarrea .
- Los productos lácteos pueden causar gases e hinchazón si la intolerancia a la lactosa es un problema.
- Las frutas y verduras crudas, aunque son parte de una dieta saludable, pueden causar molestias durante un ataque .
- Las bebidas carbonatadas pueden contribuir al gas y a la hinchazón.
Hay muchas recetas desarrolladas para personas con EII que pueden ser útiles. Asegúrese de leer la lista de ingredientes cuidadosamente; todos somos diferentes, y lo que funciona para algunos puede no funcionar para todos.
Desayuno
- Pastel de café de Carol
- Citrus Biscotti: Hace 24 galletas para acompañar con té descafeinado o café.
- Panqueques de harina de arroz: Panqueques hechos con arroz o leche de soja y harina de arroz.
Galletas
- Tart Lemon Squares: Hace 6 cuadrados lemony.
- Galletas de mantequilla de maní: sin lácteos y sin fibra. ¿Qué más podríamos buscar en una cookie?
- Galletas de frambuesa Sauvaroff: esta receta es un poco más complicada, pero promete valer la pena el trabajo.
Postres helados
- Sorbete de pomelo rosa: Requiere una máquina para hacer helados.
Aperitivos
- Pretzels suaves: Obtenga su pretzel sin fibra.
Guarniciones
- Relleno de pollos herbed: Relleno para la cena de Acción de Gracias o en cualquier época del año.
- 'Hope & Joy' Potato Latkes: Papa Latkes para agregar un poco de variedad a sus comidas.
Sopas
- New England Clam Chowder: Hecho con leche de arroz en lugar de leche de vaca.
Platos principales
- Shepherd's Pie: Hecho con pavo en lugar de carne de res, esta receta es una favorita pasada de moda.
- Camarón Scampi con Linguine: camarones cocinados en ajo y vino blanco - ¿qué podría ser mejor?
- Albóndigas orientales al vapor: esta receta hecha con carne de cerdo molida o pavo toma un tiempo para prepararse.
- Hamburguesas de pavo y cebollas a la parrilla: las hamburguesas de pavo se cocinan como las empanadas de carne y son más saludables.
Una palabra de
La dieta es un tema complicado en la EII y, como muchos otros aspectos de esta enfermedad, es diferente de persona a persona. Aprender qué alimentos funcionan y cuáles no es un proceso continuo. Además de saber qué alimentos jugarán bien con la EII, la nutrición es un factor importante a tener en cuenta. Obtener suficientes vitaminas y minerales es vital, lo que significa planificar las comidas para que tengan el mayor impacto nutricional.
Hable con su médico acerca de obtener una referencia a un dietista que pueda ayudar a dar sentido a las recomendaciones dietéticas.