Comparando resonancias magnéticas y tomografías computarizadas

Evaluar sus beneficios, indicaciones y deficiencias

El cerebro y el sistema nervioso se pueden visualizar con tomografías computarizadas (TC) e imágenes por resonancia magnética (IRM) . Cuando se enfrenta a un trastorno neurológico, un neurólogo experimentado a menudo puede hacer un diagnóstico sin la necesidad de pruebas adicionales. En otras ocasiones, puede ser útil (o incluso urgente) solicitar una batería de pruebas de neuroimagen para localizar o evaluar trastornos que no se identifican tan fácilmente.

Aprenda cómo y por qué se realizan estas pruebas.

Comparando tomografías computarizadas y resonancias magnéticas

El término neuroimagen describe los métodos de visualización del cerebro y otras partes del sistema nervioso para confirmar o descartar las sospechas del neurólogo. Las resonancias magnéticas y las tomografías computarizadas son dos de esas herramientas a las que un neurólogo acudirá regularmente.

Metafóricamente hablando, una resonancia magnética es como una cámara cara, de calidad profesional, mientras que una tomografía computarizada es más como una cámara desechable barata. La comparación es aún más relevante dado que el costo de una resonancia magnética supera con creces el de una tomografía computarizada.

Esto no necesariamente significa que uno es inherentemente mejor que el otro. Algunas personas asumen que, debido a que la calidad de imagen de una MRI es mayor, siempre debe ser la primera opción. Pero eso refleja un malentendido general sobre las tecnologías, tanto en términos de sus capacidades como de sus deficiencias.

En términos generales, una MRI y tomografía computarizada se diferencian de tres maneras distintas:

Riesgos

Las principales fuentes de riesgo en estos procedimientos provienen de la fuente de imágenes y de los agentes de contraste. Aquí se muestra cómo estos riesgos son diferentes para los dos tipos de imágenes.

Imágenes

Las tomografías computarizadas usan esencialmente rayos X para crear una imagen giratoria. Como tal, la cantidad de radiación involucrada puede ser preocupante, con algunos estudios que sugieren una probabilidad de 1 en 300 de contraer cáncer como resultado de una exploración. Esto es más una preocupación en los jóvenes ya que el desarrollo del cáncer generalmente tarda décadas en manifestarse. Por esta razón, los médicos tienden a ser más cautelosos al realizar una tomografía computarizada en un niño que en un adulto mayor.

La MRI, por el contrario, usa un imán muy potente para estimular átomos en el cuerpo de una persona. Esos átomos son detectados por el escáner. El mayor riesgo de una resonancia magnética es que cualquier implante de metal ferromagnético puede volverse magnético bajo la influencia de la resonancia magnética e intentar alinearse de polo a polo. Esto puede provocar que un implante se desplace o se sobrecaliente.

Agentes de contraste

En algunos casos, los neurólogos usarán un medio de contraste para diferenciar mejor lo que sucede dentro del cerebro. Los colorantes de contraste pueden ser útiles para resaltar las anomalías vasculares, como los aneurismas cerebrales o las lesiones asociadas con la EM aguda, el accidente cerebrovascular hemorrágico o el cáncer.

Tanto en las tomografías computarizadas como en las imágenes por resonancia magnética, el agente de contraste puede causar problemas graves:

Una palabra de

Hay mucho que debe considerarse antes de someterse a un examen de neuroimagen. Como paciente, siempre es importante informar a su médico sobre cualquier alergia, implante y problema de salud (incluidos los tratamientos para el cáncer) que haya tenido o haya tenido. También debe expresar cualquier preocupación que tenga sobre el procedimiento en sí, particularmente si tiene claustrofobia o ha tenido una mala experiencia en el pasado. Alternativas pueden estar disponibles. Si una herramienta de imágenes se elige sabiamente y con la entrada completa del paciente, puede contribuir enormemente a la facilidad y exactitud de un diagnóstico. Hable con su médico u obtenga una segunda opinión, si es necesario.

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