Haga arreglos para un paseo después de un tratamiento de quimioterapia

Sentirse bien no significa que sea la elección correcta

La respuesta de una persona a la quimioterapia puede variar significativamente, y algunas personas pueden funcionar mejor que otras. Esto puede llevar a algunos a creer que son capaces de administrar perfectamente bien después de una sesión de tratamiento, y eso puede ser cierto.

¿Pero significa esto que conducir una casa por su cuenta después de la quimioterapia es necesariamente una buena idea?

Consideraciones de efectos secundarios después de la quimioterapia

Mantener la independencia mientras se somete a la quimioterapia es un objetivo comprensible.

Esto puede incluir conducir hacia y desde las citas y sesiones de tratamiento, así como todas las otras obligaciones laborales y familiares para las cuales puede necesitar un automóvil.

Como regla general, la seguridad siempre es lo primero. Después de todo, si alguna rutina se ve repentinamente afectada de una manera que puede causar daño a usted u otras personas, la evitaría, ¿no? Lo mismo se aplica a la conducción.

Antes de comenzar la quimioterapia, tenga una conversación con su oncólogo sobre el problema. Lo que el médico le aconsejará dependerá en gran medida del tipo de quimioterapia que esté recibiendo, su nivel actual de funcionamiento y cualquier otra afección médica que pueda tener.

Su médico generalmente le informará que los efectos secundarios de la quimioterapia pueden afectar el juicio, las habilidades motrices y la visión. Estos incluyen síntomas comunes como fatiga , náuseas y vómitos, que no solo afectan su deseo de conducir sino también su concentración y estado de alerta.

Los cambios visuales, como visión borrosa o visión doble, también pueden acompañar a la quimioterapia.

Si bien esto es menos común que otros síntomas, puede ocurrir y afectar seriamente su capacidad como automovilista.

Además, si toma medicamentos para el dolor, o cualquier otro medicamento, discútalos con su médico para que las interacciones entre medicamentos se puedan identificar mucho antes del inicio del tratamiento.

Algunos de estos pueden provocar somnolencia, lo que disminuye el tiempo de respuesta e incluso puede hacer que te quedes dormido al volante. Alterar los horarios de dosificación, o incluso cambiar los medicamentos, a veces puede ayudar a aliviar el problema.

En la mayoría de los casos, su médico le pedirá que lo lleve a casa después de su primera sesión para ver cómo puede tolerar la quimioterapia. Si te sientes bien la primera vez, es posible que te avisen que está bien conducir a casa para sesiones futuras.

Dicho esto, siempre use su mejor criterio y tenga un plan de respaldo en caso de que no se sienta al 100% listo para conducir. Algunos días pueden ser mejores que otros, y siempre es bueno tener un plan de respaldo.

Siempre haga contingencias

Si descubre que no puede conducir desde y hacia sus sesiones de quimioterapia, le recomendamos que tome un taxi, el transporte público o que le pida a un amigo que lo chofer.

Si ninguna de estas opciones está disponible, comuníquese con su capítulo local de la Sociedad Americana del Cáncer (800-227-2345), quien lo puede derivar a los servicios locales de transporte de pacientes.

La Sociedad ofrece un programa especial de voluntarios llamado Camino a la Recuperación que brinda asistencia de transporte a quienes se someten a la quimioterapia. El localizador de asistencia en línea de la Sociedad le permite buscar por código postal (o ciudad y estado) y seleccionar los servicios que necesita.

Una palabra de

Hablar con su médico siempre es el mejor curso de acción para determinar su capacidad para conducir después de la quimioterapia. Y no asuma que si su primera sesión va bien, no habrá baches en la carretera más adelante en la línea. Haga contingencias y siempre use el mejor juicio para evitar lastimarse inadvertidamente a sí mismo oa los demás.

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