El síndrome de piernas inquietas es una aflicción inusual con una causa desconocida. Es posible que los estudios ya hayan identificado una posible causa del síndrome de piernas inquietas.
¿Qué es el síndrome de piernas inquietas?
El Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) puede afectar entre el 5 y el 10 por ciento de la población de EE. UU., No se diagnostica lo suficiente. El síntoma principal es una necesidad irresistible de mover las piernas, a menudo acompañada de sensaciones espeluznantes en las piernas.
Solo el movimiento de las piernas alivia las sensaciones. Para los millones que sufren del síndrome de piernas inquietas, el síndrome empeora por la noche después de que se pone el sol, lo que resulta en un patrón de insomnio.
Un equipo de investigación de Penn State College of Medicine y la Universidad Johns Hopkins buscó respuestas con respecto al síndrome de las piernas inquietas. Dirigido por James Connor, Ph.D., profesor y presidente interino del Departamento de Neurociencia y Anatomía de la Facultad de Medicina de Penn State, el equipo realizó el primer análisis de autopsia de cerebros de personas con síndrome de piernas inquietas. Su investigación, que se presentó en la reunión de Associated Professional Sleep Societies en Chicago el 5 de junio de 2003, reveló una posible causa del síndrome de piernas inquietas.
Resultados del estudio
- Aunque no hay cambios patológicos únicos en los cerebros de pacientes con síndrome de piernas inquietas, parece que las células en una porción del cerebro medio no están obteniendo suficiente hierro.
- No hubo evidencia de neurodegeneración, células cerebrales perdidas o dañadas, como se ve en la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer.
- El descubrimiento de una causa física del síndrome de piernas inquietas indica que el problema es sensorial-motriz más que psicológico.
- Dado que las células no se pierden ni se dañan, sino que tienen deficiencia de hierro, existe la esperanza de que se desarrollen tratamientos.
Sobre el estudio
- Connor estudió el tejido cerebral obtenido de la colección de cerebros de la Fundación Restless Legs Syndrome en el Harvard Brain Bank.
- Se examinó el tejido de 7 personas con síndrome de piernas inquietas. 5 muestras de personas sin condiciones neurológicas sirvieron como controles.
- Los portaobjetos transversales de la sustancia negra, la porción del cerebro medio que se cree que está asociada con el síndrome de piernas inquietas, le permitieron al equipo de investigación examinar la estructura y la función de la célula.
Conclusiones
- El estudio de Connor descubrió que falta un receptor específico para el transporte de hierro en pacientes con síndrome de piernas inquietas. Suficiente hierro entra en las células del cerebro para mantenerlas con vida, pero no lo suficiente como para permitirles funcionar de manera óptima. Se sugirió que la falta de hierro puede causar un fallo de las señales neuronales en las piernas, causando la sensación espeluznante.
- Estas conclusiones no sugieren que una persona tenga una deficiencia dietética de hierro y requiera suplementos. Sugiere que los receptores no se empaquetan y entregan una cantidad adecuada de hierro a las células específicas en la parte del cerebro medio especificada.
- Algunos pacientes han encontrado alivio temporal al tomar suplementos de hierro, pero es de vital importancia que cualquier terapia con suplementos sea administrada por un médico.
- Connor espera continuar detectando otras fallas en el sistema de transporte y envasado de hierro a esta parte del cerebro, así como centrarse en los genes que regulan las proteínas de transporte de hierro.
- La esperanza es que estos descubrimientos eventualmente resulten en una prueba que pueda diagnosticar el síndrome de las piernas inquietas y conducir a tratamientos que ofrecerían un alivio a largo plazo a los pacientes con síndrome de piernas inquietas.
Este estudio fue financiado en parte por subvenciones de los Institutos Nacionales de Salud y la Fundación del síndrome de piernas inquietas.
Fuente:
Causa para el Síndrome de Piernas Inquietas, NEWSWISE, 6 de junio de 2003