Elegir el antibiótico correcto

5 consideraciones para hacer al seleccionar el tratamiento

En un momento en el que nos preocupamos tanto por el uso excesivo de antibióticos, los médicos se han vuelto tan vigilantes que solo se prescriben cuando es necesario. Si lo hacen, harían su selección sobre la base de cinco criterios básicos: eficacia, adecuación, costo, facilidad de uso y evitación de los efectos secundarios.

Para determinar el antibiótico apropiado para su infección, su médico consideraría lo siguiente:

El tipo de bacteria involucrado

Las bacterias se dividen en dos tipos dependiendo de su estructura externa:

Al elegir un antibiótico, su médico primero consideraría el tipo de bacteria involucrada. Esto determinará, en parte, qué fármacos son más capaces de penetrar en la barrera externa o dañar la estructura lo suficiente como para evitar que se replique.

La acción del antibiótico

Las diferentes clases de antibióticos se dividen de acuerdo con la parte de la bacteria que afectan. Por ejemplo, todos los antibióticos de la clase de penicilina (ampicilina, amoxicilina) bloquean la formación de la capa cerosa externa de la bacteria. Otras clases atacan el ciclo de replicación de las bacterias, incluida la división celular y la síntesis de proteínas necesarias para reproducirse.

Los antibióticos se dividen además en antibióticos bactericidas (que matan a las bacterias) y antibióticos bacteriostáticos (que evitan que crezcan). Para algunas infecciones, limitar el crecimiento bacteriano es suficiente para permitir que las defensas naturales del cuerpo erradiquen completamente la bacteria.

Cómo se administra el antibiótico

Dependiendo del tipo y la ubicación de la infección, la elección del antibiótico será diferente.

Las infecciones oculares a menudo se pueden tratar con gotas antibióticas para los ojos, mientras que los cortes y rasguños se pueden aliviar con ungüentos tópicos. Otras infecciones, como infecciones del tracto urinario o neumonía, pueden requerir pastillas.

Como regla general, los antibióticos orales son más fuertes que los antibióticos tópicos. Los antibióticos intravenosos, por el contrario, son más fuertes que ambos. Pero la fuerza solo debe jugar un papel en la selección de la formulación correcta. En última instancia, se trata de la conveniencia de la fuerza que importa más que simplemente "golpear la infección con fuerza".

El Curso de Terapia Antibiótica

Cuando se trata de antibióticos, cuanto menor sea la cantidad de píldoras, mejor. El simple hecho es que las personas generalmente dejarán de tomar un antibiótico tan pronto como se sientan mejor. Y eso es un error No solo aumenta la probabilidad de recurrencia, sino que también promueve el desarrollo de resistencia a los medicamentos.

Los antibióticos funcionan al eliminar la mayoría de las bacterias y al mismo tiempo permitir que el sistema inmune se encargue del resto. Al no completar un ciclo de antibióticos, las bacterias supervivientes tienen la oportunidad de prosperar, algunas de las cuales pueden ser total o parcialmente resistentes al antibiótico. Si se permite que estos predominen, pueden desarrollarse cepas y supermicrobios resistentes a los antibióticos.

Si realmente necesita antibióticos

En última instancia, la pregunta más importante que todos deben hacerse es: ¿realmente necesita un tratamiento con antibióticos para tratar su infección?

En general, no necesita un antibiótico cada vez que tiene una infección o puede tener una infección. No están ahí para tomar "por las dudas" o para ahorrar para otra ocasión si acorta el tratamiento. Ambas son malas ideas.

En su lugar, concéntrese en evitar las infecciones siguiendo tres simples consejos:

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