Presión arterial alta durante el embarazo

La presión arterial alta causada por el embarazo puede ser un problema simple y sin complicaciones o puede ser un signo temprano de problemas más graves como la preeclampsia o la eclampsia. Para saber si la hipertensión arterial temprana es un problema simple o una señal de problemas más graves, se debe realizar una evaluación completa. El proceso es relativamente rutinario e implicará varios pasos. Por lo general, no se requieren pasos complicados ni a largo plazo, pero es posible que se necesiten algunos análisis de laboratorio y de imágenes.

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Establecer la presión arterial basal
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La evaluación inicial de la hipertensión inducida por el embarazo debe incluir un conjunto de medidas introductorias que documenten la presión arterial inicial. Más correctamente, estas mediciones se toman para establecer exactamente qué tan elevada se compara la presión arterial actual con los valores previos al embarazo. Estas mediciones iniciales son esenciales porque permiten el seguimiento y la evaluación de cualquier cambio en la presión arterial a medida que avanza el embarazo. Como la evidencia de presiones constantemente crecientes o un aumento total que es demasiado grande significan que el tratamiento puede ser necesario, el establecimiento de esta línea base es un primer paso requerido en la evaluación.

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Recopila información de historial y síntomas

Los pacientes con presión arterial recientemente elevada durante el embarazo deben tener una entrevista completa con su médico. Durante esta charla, hará muchas preguntas sobre la historia de la presión elevada, centrándose en temas que podrían indicar que la presión arterial alta está causando problemas en otros sistemas de órganos. Estas preguntas son necesarias porque ciertos perfiles de síntomas pueden indicar que el bebé podría estar en riesgo o que se necesita tratamiento para la presión arterial alta. Específicamente, es probable que su médico pregunte acerca de cosas como:

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Hacerse la prueba

Además de tomar un historial exhaustivo de los síntomas, es probable que su médico quiera realizar una serie de pruebas de laboratorio. Las pruebas de laboratorio pueden ayudar a distinguir si realmente se necesita tratamiento. Es probable que las pruebas de laboratorio que su médico ordene sean todas de rutina y requerirán muestras de sangre y orina. Algunas pruebas comunes incluyen:

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Evaluar el feto

Una parte importante de la evaluación de la hipertensión inducida por el embarazo es garantizar que el bebé no sufra ningún efecto adverso debido a la presión arterial elevada. Si bien se debate el papel del monitoreo fetal continuo durante el embarazo debido a que su beneficio no está claro, un chequeo inicial del estado del bebé es normal y apropiado. La forma más común de hacer este chequeo inicial es con un simple ultrasonido junto con la estimación del líquido amniótico. Estas pruebas verifican para asegurarse de que el bebé se desarrolla normalmente y tiene el tamaño adecuado. Si se detectan hallazgos inusuales, se pueden llevar a cabo más pruebas, o puede ser necesario un seguimiento a más largo plazo.

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Tomar decisiones

Lo más importante que su médico debe evaluar es si su presión arterial alta es "solo" presión arterial alta o si hay signos de que podría estar en las etapas iniciales de la preeclampsia. Típicamente, si no hay signos de problemas más serios, es común un enfoque de "esperar y ver". Existe evidencia que sugiere que a menos que la presión arterial sea muy alta, puede ser mejor evitar el tratamiento para reducir el riesgo de afectar el crecimiento del bebé.

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Controle la preeclampsia y la eclampsia

El propósito de evaluar cuidadosa y completamente la presión arterial alta durante el embarazo es garantizar que no haya signos que indiquen que la presión arterial alta simple puede estar progresando hacia las condiciones más complicadas y peligrosas de preeclampsia y eclampsia.

> Fuente:

> Barton, JR, O'Brien, JM, Bergauer, NK, Jacques, DL, et al. Hipertensión gestacional leve alejada del término: progresión y resultado. Am J Obstet Gynecol 2001; 184: 979.