Rotavirus en niños pequeños

Rotovirus (o Rotavirus) es una infección viral común entre los niños pequeños. Es la causa más común de diarrea en los niños de EE. UU. Y es una de las principales causas de muerte entre los niños en los países en desarrollo. El virus actúa atacando el revestimiento del intestino delgado, causando la pérdida a menudo copiosa de líquidos y electrolitos. El virus se transmite a través del contacto oral con material fecal y es común en entornos de cuidado infantil.

Si bien algunos medicamentos se pueden recetar para ayudar a tratar los síntomas como las náuseas, actualmente no se receta ningún medicamento para tratar el virus en sí. Los antibióticos no son efectivos ya que es una infección viral en comparación con una infección bacteriana. Hubo cierto éxito con una vacuna llamada RotaShield, pero muchos niños sufrieron efectos nocivos con la vacuna y posteriormente se retiró del mercado. Actualmente se están administrando otras dos vacunas con éxito. Uno se llama RotaTeq y el otro se llama Rotarix. Hable con su proveedor de atención médica sobre la posible prevención del rotavirus con estas vacunas.

Síntomas

Los síntomas de esta enfermedad incluyen diarrea, fiebre baja, vómitos y náuseas. Estos síntomas generalmente duran de 3 a 10 días. Pero incluso si los síntomas han disminuido o mejorado, debe considerar a su hijo contagioso durante 10-12 días después del inicio de la diarrea.

Tratos

El tratamiento en el hogar incluye mucho descanso y el uso de una solución oral de reemplazo de electrolitos como Pedialyte.

Gatorade y otras bebidas deportivas no son recomendables ya que contienen altas cantidades de azúcares que pueden irritar aún más el tracto intestinal. Comience a administrar Pedialyte a la primera señal de heces sueltas o vómitos. Las madres que amamantan deben continuar amamantando además de dar Pedialyte.

El mayor peligro con esta enfermedad es la deshidratación.

Los signos de deshidratación severa incluyen irritabilidad, letargo, ojos hundidos, punto débil hundido (en bebés), boca y lengua secas, viajes en el baño menos frecuentes y pañales secos durante más de un par de horas. Si nota estos signos, es imprescindible que se comunique con su médico de inmediato. Si su hijo está hospitalizado, generalmente se administra rehidratación intravenosa y puede salvar la vida de su hijo.

Prevención

Para ayudar a prevenir la propagación de esta enfermedad, asegúrese de lavarse las manos con frecuencia y desinfectar cualquier superficie que use para cambiarle los pañales. Si su hijo asiste a la guardería, verifique que se sigan los procedimientos adecuados de lavado de manos y desinfección, lo que incluye lavarse las manos para aquellos que están aprendiendo a ir al baño después de cada baño.