Cómo pedir un aumento

6 consejos para profesionales de la salud

Pedir un aumento puede ser una tarea desalentadora. ¿Cómo logras que el jefe lo vea a tu manera? Como profesional de la salud, es probable que sea muy valioso para su empleador. Sin embargo, incluso los trabajadores de la salud pueden encontrarse en una situación en la que pueden estar mal pagados.

La preparación es clave: no hable con su supervisor hasta que haya planificado su enfoque. Pedir un aumento es muy parecido a una presentación de ventas, y las ventas no son una habilidad que muchos profesionales de la salud pueden haber perfeccionado.

Si usted es una enfermera, un médico, un técnico o un trabajador no clínico, estos consejos pueden ayudarlo a tener más éxito cuando le pide un aumento a su empleador.

Tiempo lo es todo

Los estudios han demostrado que los viernes, los trabajadores están de mejor humor y, por lo tanto, son más agradables. Claro, parece obvio, pero lo mejor es acercarse a su jefe al final de la semana, en lugar del comienzo de la semana, y especialmente no en un lunes.

Rendimiento paga

Definitivamente solicite el aumento cuando su rendimiento esté en su punto máximo. Por ejemplo, si sus encuentros con pacientes son más importantes que nunca, o si recientemente fue reconocido por un logro, premio o por completar un gran proyecto, ahora es el momento de atacar, mientras la plancha está caliente.

Haz tu tarea

Conozca su valor en el mercado. Hay varios sitios web que proporcionarán información de compensación. También puede utilizar las asociaciones y publicaciones de salud para recopilar información sobre el ingreso promedio de su puesto.

Por ejemplo, la Asociación Médica Estadounidense publica rangos de compensación tanto para médicos como para profesionales de la salud afines. Asegúrese de tener en cuenta la región geográfica y el nivel de experiencia, lo que ocasiona variaciones en el salario.

Nunca use sus facturas o gastos de subsistencia como motivo de un aumento

Su costo de vida no es asunto o responsabilidad de su empleador.

Su aumento debe basarse únicamente en el mérito, no en el carro nuevo que acaba de comprar.

Tenga listas otras papas fritas

En el peor de los casos, si su supervisor no puede o no desea proporcionarle el aumento que está solicitando, tenga un Plan B. Intente solicitar otros beneficios además del efectivo, como días de vacaciones adicionales, mayor flexibilidad laboral o una oficina de ventanilla . Puede solicitar nuevos dispositivos como un teléfono celular, computadora portátil o algo que su empresa pueda cancelar como gasto comercial.

Transmita claramente su valor financiero a la empresa

Resalta tu contribución a la línea de fondo. Por ejemplo, si usted es fisioterapeuta, multiplique la cantidad de pacientes que trata, por el cargo promedio facturado por cada visita al paciente, para calcular los ingresos aproximados que genera en un año determinado. Esto claramente cuantifica su valor para su supervisor, y el aumento que está solicitando es solo un porcentaje muy pequeño de los ingresos anuales que aporta a la empresa. Este mismo enfoque puede ser utilizado por enfermeras, técnicos y administradores. Calcule su impacto directo en la cuenta de resultados como productor de ingresos, o ahorrador de gastos generales, y sea capaz de ilustrarlo claramente a su empleador de atención médica.

Ahora que está preparado, es hora de ponerse en contacto con su supervisor y establecer un horario para hablar sobre por qué merece un aumento.

¡Buena suerte!