La retinopatía hipertensiva es una complicación de tener hipertensión crónica o presión arterial alta y afecta los vasos sanguíneos de la retina. La retina es el tejido claro y fotosensible que recubre la parte posterior del globo ocular. La retina procesa y transforma la luz en impulsos nerviosos que viajan a través del nervio óptico hasta el cerebro donde interpretamos los impulsos como visión.
Cuando nuestra presión arterial permanece alta por mucho tiempo, los vasos sanguíneos en nuestro cuerpo y particularmente en el ojo pueden endurecerse o engrosarse. Cuando los vasos se vuelven demasiado angostos por este engrosamiento, la retina no recibe suficiente flujo sanguíneo y se enferma porque no recibe suficiente oxígeno y nutrientes.
Los síntomas de la retinopatía hipertensiva a veces son muy leves pero algunos tienen experiencia:
- Disminución de la visión o visión borrosa
- Estallido de vasos sanguíneos en el exterior del ojo ( hemorragias subconjuntivales )
- Visión doble
Los optometristas y el oftalmólogo pueden diagnosticar la retinopatía hipertensiva al completar un examen de la vista. La visión y la salud ocular serán examinadas por el ojo y también se dilatarán. Las gotas especiales instiladas en el ojo hacen que la pupila se agrande para que las estructuras internas del ojo. Los oculistas pueden usar un biomicroscopio y varios tipos diferentes de oftalmoscopio para ver las estructuras internas.
A veces, para ver más detalles, pueden ser necesarias pruebas adicionales, como la tomografía de coherencia óptica (OCT) o la angiografía con fluoresceína. Estas pruebas permitirán a los médicos detectar la hinchazón en la retina y la posible fuga de vasos sanguíneos. Los cambios que pueden indicar retinopatía hipertensiva son:
- Estrechamiento de las arterias: las arterias retinianas se vuelven muy finas.
- Paso o mordida arteriovenosa: las arterias pueden cruzar las venas de forma anormal y ejercer una presión excesiva sobre ellas.
- Cableado de cobre: la pared del vaso sanguíneo cambia y se engrosa y hace que el vaso se vea como un cable de cobre
Las consecuencias más graves de la retinopatía hipertensiva son:
- Oclusión vascular total: a veces, debido a la melladura arteriovenosa, puede producirse una oclusión de la vena retiniana de la rama. El vaso se ocluye y puede reventar.
- Hemorragias superficiales en forma de llama: son hemorragias que tienen forma de plumas o de llama en la superficie de la retina.
- Manchas de algodón: son áreas blancas y superficiales de la retina que carecen de oxígeno.
- Exudados duros amarillos: este líquido amarillo es la deposición de lípidos intrarretinal de los vasos retinianos con fugas.
- Hinchazón del disco óptico: la inflamación del disco óptico en la retinopatía hipertensiva a menudo se conoce como crisis hipertensiva y el tratamiento debe administrarse de inmediato.
Otros problemas médicos que pueden ocurrirle al ojo por hipertensión incluyen:
- neuropatía óptica isquémica anterior
- oclusión de la rama central de la retina
- oclusión de la arteria retiniana
- parálisis del nervio craneal
- empeoramiento de la retinopatía diabética
- glaucoma neovascular
- macroaneurismas
- síndrome isquémico ocular
El tratamiento de la retinopatía hipertensiva comienza con el control de la hipertensión. Si la pérdida de la visión comienza a ocurrir, la retina se trata al inyectar esteroides en el ojo. También se inyectan medicamentos para el factor de crecimiento endotelial antivascular. Ejemplo de medicamentos antivasculares incluyen ranibizumab, pegaptanib y bevacizumab. La hinchazón de la retina también a veces se trata con un láser.
El daño significativo puede ocurrir a otros órganos en el cuerpo también. La retinopatía hipertensiva puede prevenirse o minimizarse tomando medicamentos para la presión arterial con regularidad, haciendo ejercicio regular de rutina, reduciendo la ingesta de sal y evitando fumar.